3.-ÁNGELES BUENOS



   Los ángeles son criaturas, totalmente espirituales, sustancias completas, superiores al hombre e inferiores a Dios, con una enorme capacidad de intelegencia y de amor. No tienen cuerpo ni pueden unirse a ningún cuerpo, pero se representan sensiblemente: a) Para ayudar a nuestra imaginación; b) Porque así han aparecido a los hombres, como leemos en la Sagrada Escritura. Como todos los espíritus están dotados de inteligencia y voluntad.

   Dios ha creado a los ángeles con un doble fin: a) Para que eternamente lo alaben y bendigan; b) Para ser los ejecutores de sus órdenes, como lo indica su nombre, pues ángel significa mensajero. Dios creó a los ángeles en estado de inocencia y de gracia. Y además, a los que permanecieron fieles los recompensó con la gloria. Su existencia conta en muchos lugares de la Escritura (Lucas 2,13; 8,30; Mateo 26, 54; Apocalipsis 5,11; Daniel 7,10).

   Los ángeles buenos son los que permanecieron fieles a Dios; y fueron en recompensa confirmados en gracia. Se dividen en tres jerarquías, y cada jerarquìa en tres coros: la jerarquía suprema la forman los serafines, querubines y tronos; la segunda, las dominaciones, virtudes y potestades; y al inferior, los principados, arcángeles y ángeles.

   Llamamos ángel custodio o ángel de la Guarda al ángel que Dios da a cada hombre para que lo defienda y custodie desde el nacimiento hasta la muerte. La existencia del ángel de la guarda consta en la Escritura (Salmo 91,11). Los ángeles custodios se interesan grandemente por nuestro bien: 1) Nos sugieren buenos pensamientos y deseos de virtud; 2) Nos defienden de múltiples peligros de alma y cuerpo; 3) Presentan a Dios nuestras oraciones y buenas obras y nos alcanzan de Él gracias y favores.




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(Escuela Cima)