4.-ÁNGELES MALOS



   Son los ángeles que por su rebeldía fueron condenados al infierno. Son, pues, criaturas de Dios, que no quisieron sujetarse a Él y, por tanto, merecieron castigo eterno (Apocalipsis 12,7-9; Marcos 3, 22-27; Juan 8, 49; 2 Pedro 2,4). Se llaman diablos o demonios y su caudillo Lucifer o Satanás.

   La existencia de los demonios y su acción maligna es una verdad de fe. Estos seres reales, personales, tienen gran capacidad de hacernos daño: a) Porque no han perdido su naturaleza de ángeles, y así su conocimiento y su poder son muy superiores a los nuestros; b) Porque su experiencia de tantos siglos les ha enseñado el mejor modo de engañarnos; c) Porque su voluntad perversa está siempre inclinada a toda maldad.

   Los demonios procuran nuestro mal: a) Por odio a Dios cuya imagen ven en nosotros (Gènesis 1,27); b) Por odio a Cristo, cuya muerte nos rescató de su poder; c) Por envidia a nosotros pues Dios nos destinó a ocupar los puestos que ellos perdieron en el cielo.

   Influencia del demonio sobre el hombre: a) El asedio es acción contra el hombre provocando ruidos nocturnos, haciendo llamadas misteriosas en paredes o puertas, rompiendo enseres domèsticos; b) La obsesión es ataque personal con injurias, daño al cuerpo, o actuando sobre los miembros y sentidos; c) La posesión es la ocupaciòn del hombre por el dominio de sus facultades fìsicas, llegando hasta privarle de la libertad sobre su cuerpo. Contra la posesión y la obsesiòn la Iglesia emplea los exorcismos; d) Existen otros modos de seducción, tales como milagros aparentes que él puede realizar, y la comunicación con el demonio que se supone en algunos fenómenos de la magia negra y el espiritismo; e) Pero la manera ordinaria como el demonio ejecuta sus planes es la tentación, que alcanza a todos los seres humanos. La tentación es la invitación del demonio al hombre a pecar.






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(Escuela Cima)