EL CULTO A LA SANTISIMA
VIRGEN MARIA
"María,
elevada por la gracia de Dios por encima de todos los ángeles y
de todos los hombres, como Madre de Dios Santísima, es honrada por
la Iglesia con un culto especial, que difiere esencialmente del culto de
adoración que se rinde al Verbo Encarnado, así como al Padre
y al Espíritu Santo...Ese culto enteramente singular la Iglesia
lo aprueba y favorece (Concilio Vaticano II).
EL CULTO EN GENERAL
Se llama culto a la reverencia que damos a Dios y a los
Santos por el honor que merecen. El culto (debido a nuestra condición
humana corporal), lleva al hombre a exteriorizar esa reverencia, que se
manifiesta no sólo en actos interiores sino también en prácticas
externas. La Iglesia señala oficialmente muchas prácticas
de culto debido a Dios y a los Santos, aunque cada cristiano movido por
su piedad, puede realizar algunos otros libre y espontáneamente.
-Clases de culto
Hay tres clases de culto, por razón de la distinta
dignidad de aquellos a quienes se ordena nuestra reverencia:
a) De latría o de adoración, que es debido sólo
a Dios, como soberano Señor y por su infinita excelencia.
b) De dulía o de veneración, que es debido a los ángeles
y a los santos por la excelencia de sus virtudes. Al honrar a los Santos
estamos honrando a Dios, puesto que Él se manifiesta en ellos y
por ellos somos atraídos hacia Él.
c) Por último, el culto de hiperdulía o de veneración
suprema, que es el culto debido a la Santísima Vírgen en
razón de su eminente dignidad de ser la Madre de Dios.
EL CULTO A SANTA MARIA
Si la Vírgen María es la Madre de Dios
y Madre nuestra, si es nuestra Intercesora y Mediadora ante la Trinidad
Beatísima, es muy justo y propio de hijos, agradecidos que le correspondamos
con un entrañable amor, que se manifestará en un culto de
especial veneración como merece la Reina del cielo.
-Elementos integrantes del culto mariano
Se consideran elementos integrantes del culto a María
los siguientes:
a) Veneración. Es el reconocimiento de la excelencia de la Madre
de Dios, fundamento del culto mariano, que lleva a la piedad filial como
Madre nuestra que es.
b) Amor. Que se desprende del conocimiento íntimo de lo que
es María y de lo que Ella supone en la vida cristiana de cada hombre.
Ella es la Madre amable, la Madre del Amor Hermoso. No se puede amar a Cristo
sin amar, en Él y por Él, a quien lo hizo nuestro hermano.
c) Invocación. Como es Ella la Madre de misericordia, el pueblo
cristiano ha tenido siempre la firme y fundada persuasión del valimiento
universal como celestial intercesora.
d) Imitación. Imitar a María lleva consigo, por su influjo
maternal, una configuración con su Hijo Jesucristo.
BREVE EXPOSICION HISTORICA DEL CULTO A MARIA
Una breve exposición histórica del culto
a María dará una mayor visión de la gran incidencia
que la veneración a María ha tenido en el Pueblo cristiano.
-En la Sagrada Escritura
a) El primer momento de veneración a María lo registra
San Lucas. Es del Arcángel Gabriel cuando la saluda con reverencia
diciéndole: "Dios te salve, María, llena eres de gracia"
(Lucas 1,28).
b) Más adelante, Santa Isabel alaba a María cuando exclama:
"Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
¿De dónde a mí que la Madre de mi Señor venga
a visitarme?" (Lucas 1,42 ss).
c) La misma Vírgen María profetiza, llena de humildad
y de gozo: "He aquí que me llamarán bienaventurada todas las
generaciones, porque el Todopoderoso ha hecho maravillas en mí" (Lucas
1,47).
d) Luego, años más tarde, cuando Jesús hablaba,
inesperadamente una mujer del pueblo grita con toda su alma: "¡Bienaventurado
el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron!" (Lucas
11,27).
e) Después de la Ascensión del Señor a los cielos,
los Apóstoles perseveraban en unión con María, la Madre
de Jesús (Hechos 1,4).
EN EL CULTO DE LA IGLESIA
a) Durante los tres primeros siglos, ante la imposibilidad
de un culto externo y público (debido a las persecuciones), los cristianos
veneran a María en las pinturas que se plasman en los murales de
las catacumbas. Con la paz constantiniana (en el siglo IV), que permite
el culto público, y con el Concilio de Éfeso (en el siglo
V), que define la divina Maternidad, el culto mariano se extiende y propaga
por todas partes.
b) Desde el siglo IV y hasta nuestros días se construyen
Iglesias dedicadas a la Santísima Vírgen, Basílicas,
Santuarios y ermitas esparcidos por toda la tierra, como lugares de especial
encuentro con María, la Señora del dulce Nombre.
c) Hace muchos siglos en la Iglesia se reza o se canta
el Oficio divino en honor a María y, en todo el mundo, se celebran
Misas para honrarla.
d) De las oraciones litúrgicas que existen para
alabarla e invocar su protección y auxilio maternales son tan abundantes
que, sería interminable su enumeración.
e) En el Calendario litúrgico, tanto universal
como particular de países o regiones, existen muchas celebraciones
de fiestas marianas, tales como la de la Maternidad, la Anunciación,
la Asunción, la Natividad, la Inmaculada Concepción, Nuestra
Señora de Fátima, de Lourdes, del Carmen y la Solemnidad de
Santa María de Guadalupe, etc.
-Las Plegarias marianas
a) La más antigua de las oraciones marianas es
la siguiente: "Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no desprecies
las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien,
líbranos de todos los peligros, oh Vírgen gloriosa y bendita".
b) La plegaria más universal y conocida en todo
el mundo es, sin lugar a dudas, el Avemaría, iniciada en la liturgia
oriental hacia el siglo V y definitivamente fijada, como la conocemos
hoy, en el siglo XVI. El Acordaos, cuya inspiración se atribuye
a San Bernardo. La Salve, que proviene del siglo XI. El Angelus, que surge
hacia el siglo XIII y en el XVI adquiere su forma definitiva, etc.
c) Los Himnos en honor de María, como el "Stabat
Mater", "Ave María Stella", "Alma Redemptoris Mater", etc.
d) La oración más difundida y más
recomendada por los Sumos Pontífices es el Santo Rosario. Su origen
y estructura se remonta a las 150 Avemarías que los fieles decían
a imitación de los 150 Salmos que los monjes y clérigos recitaban
en el Oficio divino. Más tarde Santo Domingo de Guzmán, por
especial revelación (en el siglo XIII), le dio un notable impulso
y difusión. Desde entonces la Iglesia no ha dejado de recomendarlo
encarecidamente a todos sus hijos.
En el rezo del Rosario se incluyen las Letanías
Lauretanas, cuya composición fue progresiva. Se iniciaron desde los
primeros siglos, y se cantaban en el Santuario de Nuestra Señora de
Loreto: de ahí su nombre. El Papa Clemente VIII (año de 1601)
decretó que se incluyeran en el rezo del Santo Rosario.
e) Las prácticas de piedad
Finalmente, las prácticas de piedad surgidas en
la Iglesia (de todo el Pueblo de Dios) como manifestación espontánea
del culto a la Santísima Vírgen, son innumerables.