ISLAMISMO
Conjunto de dogmas y preceptos
religiosos y leyes para la vida civil, creado por Mahoma. Del Corán,
libro escrito por él, y el Sunna (tradiciones posteriores), han nacido
prácticamente todas las reglas de la vida política y social
del mundo árabe. El Islamismo dejo de ser sólo una religión
para convertirse casi en el símbolo de la civilización árabe.
Se calcula que en la actualidad existen 450 millones de mahometanos o islámicos
(es la segunda religión en el mundo en número de fieles), que
forman el Gran Imperio espiritual del Islam.
Mahoma - en árabe, Mohammed - , nació en 570
en La Meca. Después de recibir la aparición del arcángel
Gabriel se considera apóstol de Dios, encargado de difundir su doctrina
y sucesor de los profetas anteriores: Adán, Noé, Abraham, Moisés
y Jesús. Exalta la persona de Cristo y utilizó sus enseñanzas
al extremo que muchos consideran el Islamismo como una herejía del
Cristanismo. El Islam rechaza la Santísima Trinidad y el carácter
divino de Jesús, aunque cree en la vida eterna, el Juicio Final y la
resurrección de los muertos. Exige cuatro prácticas: la oración,
el ayuno durante el mes de Ramadán, la limosna a los pobres y la peregrinación
a La Meca. Para convertirse a esta religión basta decir, con fe y
entendimiento, una sola vez en la vida, "No hay más Dios que Dios
(Alah), y Mahommed es su profeta". El sucesor de Mahoma es el Califa o Delegado.
Por problemas de esta sucesión los islámicos están divididos
en tres grupos: sunnitas, shiitas y wahabis.
Religión formulada y propagada por Mahoma (hacia 517-632)
y sus discípulos y sucesores. Tuvo origen en La Meca, Arabia, y los
primeros proselitos fueron familiares del profeta. Luego extendió su
influencia sobre las tribus hostiles a los koreishitas, guardianes del templo
de la Kaaba y de su venerada piedra negra. Considerándole un peligro,
los enemigos de las nuevas doctrinas resolvieron dar muerte a su creador
y Mahoma tuvo que huir a Yathrib, denominada después Medina. A esa
fuga se lle llama la Héjira (o Hégira) y la cronología
musulmana comienza en ese año (622 D.C.). En Medina organizó
Mahoma el culto y comenzó a escribir el Corán. Instituyó
cinco oraciones diarias, el diezmo para los gastos del culto y el ayuno del
Ramadán. Conquistó La Meca y estableció el culto de la
nueva religión en la Kaaba, cuyos ídolos destruyó. Su
influencia fue creciendo desde entonces en toda Arabia y llegó en
campañas militares hasta Siria.
El Islam tiene el Corán como libro sagrado, que es a
la vez código religioso y político revelado, según el
texto coránico, por Dios a Mahoma por medio del ángel Gabriel.
Pero la redacción definitiva de ese libro no se debe a Mahoma, sino
a sus discípulos. Consta de 114 capítulos o suras, divididos
en versículos, donde el profeta habla siempre en nombre de Dios. La
concepción filosófica del universo que expone el Corán
es parecida a la de las grandes concepciones semíticas, el judaísmo
y el cristianismo que le precedieron. Mahoma no era filósofo, como
los fundadores del brahmanismo y del budismo, y quiso una religión
sencilla, al alcance de la mentalidad de su época. Propiamente no quería
una religión nueva, sino continuar la tradición de los profetas
bíblicos. Se lee en el Corán: "Dios ha establecido para vosotros
una religión que recomendó a Noé; esta religión
se te revela ¡oh, Mahoma! Es la que habíamos recomendado a Abraham,
a Moisés, a Jesús, diciéndoles: Observad esta religión,
no os dividáis en sectas". Fueron tomados de la Biblia muchos aspectos:
la creación del mundo en seis días; Adán y su caída;
las penas y las recompensas; el juicio final anunciado por las trompetas.
Pero su Paraíso es extremadamente sensual: riachuelos cristalinos,
arroyos de leche,de miel y de vino; frutos deliciosos, huríes vírgenes,
etc. Predica la tolerancia para con los judíos y los cristianos. Y
en cuanto al célebre fatalismo musulmán, el Corán no
lo pone de manifiesto en mayor medida que cualquier otro código religioso.
En resumen, el islamismo es religión monoteísta que encuentra
su expresión en la frase: no hay más dios que Dios y Mahoma
es su profeta.
El éxito que tuvo esta doctrina se debe en parte a su
sencillez, pues está al alcance de todos los creyentes. Y trata de
inculcar en sus adeptos los sentimientos de caridad y justicia y la práctica
de la oración.
Su influencia política y civilizadora fue enorme; unificó
a los árabes por el idioma, por la religión y políticamente.
Antes de Mahoma, la Arabia era un mosaico de tribus que vivían en guerras
intestinas permanentes; un siglo después de la aparición del
profeta, el Imperio árabe se extendía desde la India a España,
y al amparo del estandarte de Mahoma se desarrollaron las ciencias y las
artes y floreció una brillante civilización. Aquella civilización
ha pasado, con su cohorte de poetas, filósofos, astrónomos,
médicos, historiadores y arquitectos, pero la religión de Mahoma
perdura; más de 100 millones la practican en el Indostán, más
de 60 millones en el Cercano Oriente, y en casi todo el Norte de África
y en el África Oriental es la religió predominante. Incluso
es practicada por algunos pueblos europeos, como el albanés. Algunos
de los pueblos vencedores de los árabes, como los turcos osmanlíes,
se hicieron mahometanos y mantuvieron durante varios siglos un extenso y poderoso
imperio en la Europa oriental y en el Cercano Oriente.
Mahoma supo crear un ideal vigoroso para pueblos que carecían
de él en momentos en que se descompnía el Imperio romano y los
persas comenzaban a dar señales de decadencia. Los sucesores del profeta
encontraron en sus campañas a pueblos tiranizados que los recibieron
como libertadores, tanto más cuanto que no les imponían su
religión ni sus costumbres.
Se dividió el islamismo en numerosas sectas, pero el
Corán y la lengua árabe han servido siempre de lazo de unión
y en los últimos años es evidente en una cantidad de pueblos
de África y de Asia el deseo de una resurrección del islamismo
como poder político firmemente unificado. Tal tendencia se designa
con el nombre genérico de panislamismo y se revela en la acción
y principios de determinados pactos y conferencias internacionales de países
islámico, sobre todo frente al problema de Palestina.