Mateo 4,1-11
En este texto bíblico analizamos lo que Jesús realizó después de ser bautizado: Se dirige al desierto donde será tentado por Satanás. Allí en el desierto Jesús es tentado 3 veces por el demonio. La primera vez le ordena que convierta las piedras en panes, pues Jesús tenía 40 días sin comer, realizando un ayuno voluntario, para indicar con ello que lo espiritual es superior a lo material, pues se había mantenido orando a su Padre. La segunda tentación consistió en pedirle que se tirara hacia abajo desde un lugar elevado, ya que la Escritura dice que no le pasará ningún daño. Con la respuesta a esta segunda tentación Jesús nos enseña que siempre debemos cuidar nuestra vida. La tercera tentación Satanás le ofrece todos los países del mundo si se arrodilla y le adora. Jesús nos enseña a que sólo hay un sólo Dios y a Él hay que adorar, evitando toda especie de ídolos.
La Cuaresma católica toma su nombre de estos cuarente días que Jesús estuvo en el desierto y la Iglesia nos invita a vivirla con ayunos, sacrificios y penitencia, poniendo las cosas espirituales sobre las materiales y solidarizándonos con los más necesitados. La Cuaresma inicia con el miércoles de ceniza, donde obliga el ayuno. La Cuaresma también nos prepara para celebrar el centro de nuestra fe: la muerte y la Resurrección de Cristo.