JOSE EN EGIPTO
En Egipto, los mercaderes vendieron
a Josè a un general llamado Putifar. Josè estuvo trabajando
de esclavo con èl como unos diez años. Por su buena conducta
se ganò la confianza de Putifar quien lo nombrò su mayordomo.
Pero despuès, acusado falsamente por la misma esposa de Putifar, fue
a dar a la càrcel. Pasaron tres años y Josè seguìa
en la càrcel, nadie se acordaba de èl, solamente su padre Jacob
que en su tierra lo lloraba como muerto, pero una vez interpretò unos
sueños al Faraòn, y de tal modo se ganò la confianza;
que èste lo nombrò Virrey, y llegò a ser el hombre màs
poderoso de Egipto despuès del Faraòn.
Hubo entonces siete años en los cuales se dieron muy
buenas cosechas. Durante este tiempo Josè comprò y almacenò
mucho trigo y toda clase de provisiones. Despuès vinieron otros siete
años en los cuales las cosechas no sirvieron. Entonces Josè
era el ùnico que tenìa trigo, y lo vendìa y daba a los
que no tenìan. Tambièn en Palestina hubo malas cosechas y
se comenzò a sentir el hambre, Jacob y su familia ya no tenìan
màs provisiones, pero Jacob enviò a sus hijos (menos al màs
pequeño llamado Benjamìn) a Egipto para que compraran trigo,
y no morirse de hambre. Al llegar ellos a Egipto tuvieron que ir con Josè,
porque èl era el ùnico que tenìa trigo. Josè
les reconociò inmediatamente, pero ellos no. Josè querìa
perdonarlos pero le costaba mucho trabajo, primero quiso asustarlo
para probarlos, los mandò poner en la càrcel bajo el delito
de espìas. A los tres dìas los sacò y les dijo que podìan
volver a su casa con el trigo, pero que se quedara uno de ellos prisionero,
hasta que trajesen al hermano menor, para saber si era cierto lo que decìan.
Simeòn se quedò preso y los demàs volvieron.
Jacob (Israel) no querìa enviar a Benjamìn a Egipto, porque
tenìa miedo que se le perdiera como Josè, pero se volvieron
a acabar las provisiones y tuvo que enviarlo. Josè los recibiò
con un banquete, puso en libertad a Simeòn, mandò que les llenaran
los costales de trigo, y le dijo al mayordomo que en el costal de Benjamìn,
quien fue llevado preso ante Josè. Pero Judà se ofreciò
quedarse como esclavo en lugar de Benjamìn. Al darse cuenta Josè
de que sus hermanos se habìan hecho buenos, se dio a conocer, se
abrazaron y lloraron. Cuando los hermanos contaron a su padre lo ocurrido,
se puso contento y todos se fueron a vivir a Egipto, donde Josè les
dio tierras buenas (Gn 39-47).