LA HISTORIA DE DÉBORA
Jueces capítulos 4 y 5
Los isrealitas se convierten
en un pueblo sedentario y comienza la acumulación de bienes.
Desde ese momento, y hasta que aparezca la monarquía, el Pueblo
de Israel es gobernado por Jueces. Son líderes carismáticos,
surgidos del pueblo y cuya preocupación fundamental es que no se pierdan
las raíces que habían permitido que varios grupos nómadas
se constituyeran en una comunidad.
Dos son los problemas que tienen que enfrentar: el ansia de
poder y riqueza y los pueblos vecinos, agrícolas y ganaderos, con los
que los israelitas se relacionan.Uno de esos pueblos vecinos que tendrá
mayor influencia será el pueblo cananeo.
Baal era el dios de los cananeos. Los cananeos deben buscar
la forma de que Baal les sea favorable, tienen que comprar su benevolencia.
Para lograrlo, su religiosidad se basa en ofrecer sacrificios a Baal a los
cuales su dios deberá responder con una generosa producción
agrícola y ganadera. Yahvé era el Dios de los israelitas.
Un Dios que miraba el corazón del hombre.
La inferioridad de la mujer en el pueblo de Israel era
similar a la de otros pueblos y otras épocas. Su testimonio no era
válido frente a un tribunal. Su palabra no era de fiar. Yahvé
hace surgir una “sorpresa” en la historia de su pueblo. Esa sorpresa se llama
Débora. Una mujer que sentada bajo una palmera resolvía los
pleitos que le presentaban los israelitas. Vivía en la tierra de Efraín,
lejos de los centros de poder. Débora tiene una visión y llama
a Barac para que dejando en ridículo a los cananeos, los israelitas
vuelvan al camino de Yahvé que habían abandonado. Barac se niega
a hacer nada si Débora no va con él.
Es así como una mujer se convierte en Juez y Profetisa
del pueblo de Israel, en contra de todas las tradiciones, en un mundo donde
los varones tenían todas las responsabilidades sociales y religiosas,
pero en fidelidad al estilo de actuar de Yahvé. Ella convoca a las
tribus de Israel para emprender una guerra contra Yabín, el rey cananeo,
y Sísara, capitán de su poderoso ejército. La intervención
de Yahvé da la victoria a las exiguas tropas que comandaban Débora
y Barac. El general Sísara encuentra una violenta e impresionante muerte
a manos de una mujer.Como consecuencia el país tuvo paz durante cuarenta
años.
Ni antes ni después de Débora encontramos en
la Biblia el caso de otra mujer a la que acudieran los hijos de Israel, reconociendo
su autoridad. Y no acudían para pedir consejo, acudían para
someterse a juicio. Alguien que ni siquiera podía ser testigo se convierte
en Juez. Ejerce un liderazgo que no se repetirá por parte de ninguna
mujer a lo largo de la historia de Israel.