El Cerro de la Cruz con su
escalianta nos da la bienvenida apenas se empieza a llegar a esta población,
cuyo origen se remonta a mediados del siglo XVII, cuando el capitán
Juan Munguía Villela proclamara como suyos los terrenos ricos en minerales.
Convertida en hacienda de beneficio, la actividad minera alcanzó su
auge a principios del siglo XX. Hoy en día, la ganadería y
la agricultura (forrajes, pepino y chile verde, entre otros) son parte de
la vida cotidiana.