VÍCTOR MANUEL ALVAREZ MORENO
Al "Güerito", como se le conoció cariñosamente, la Radio se lo ganó, ya que siendo un adolescente, y habiendo tenido contacto directo con este medio, pues junto con Guillermo Nuñez Keith, se asomaban a la ventana de la estación que daba a la calle que ahora se llama Pino Suárez, pues la Radio estaba donde está la Casa Espinoza, y veían a Antonio Baltazar Montero "Rasputín", que hablaba ante el micrófono, movía los controles y ponía los discos y su curiosidad los llevó a ganarse la confianza del locutor y la gerencia, lo que les permitió que se les diera oportunidad de que ellos también operaran los aparatos, hablaran ante el micrófono e hicieran lo que el locutor, y aún con esta oportunidad y a diferencia de Guillermo Nuñez Keith, que llegó a ser un gran locutor de la Radio del DF, Don Víctor Manuel no se sintió llamado por este camino.
Nacido en Hermosillo, el 11 de noviembre de 1918, sus estudios de primaria los hizo aquí, y al terminar entró a la escuela de comercio del profesor Heriberto Aja, que cobraba 15 pesos mensuales, y fue en esta época, precisamente, cuando salían de la escuela se acercaban a la Radio.
Al terminar sus estudios entró a trabajar al Banco Nacional de México, como ayudante del cajero principal, que era el señor Fernando Nuñez Varela, y después se pasó con los Escalante, que iniciaban Sonora Motors.
Por invitación de un amigo, para que trabajara con él, se trasladó a Nogales, Sonora donde encontró que no había nada de lo que se le prometió, esto lo obligó a trabajar como mecanógrafo, ganando 1 peso por hoja que escribía, fue entonces que hizo uso de lo que había aprendido en la BH, pues se acercó a la XEAF, donde hizo amistad con los locutores, a quienes comentó su experiencia en la Radio de Hermosillo, y éstos lo recomendaron con el señor Gastón Mascareñas, propietario de la estación y quien le dio la oportunidad de hacer los turnos de los locutores que faltaban y en poco tiempo al quedar vacante una plaza, pasó a ocuparla, eran los principios de 1938, y Don Víctor Manuel tenía muy presente cuando aquel 18 de marzo se le dijo que tenía que enlazarse con el Distrito Federal, donde se transmitió el mensaje del presidente Lázaro Cárdenas dando a conocer al pueblo de México la noticia de la expropiación petrolera.
En ese tiempo la S.C.T., otorgaba los permisos para los locutores por medio de un oficio de autorización, que se tramitaba a través del interventor de dicha Secretaría que era un telegrafista de la oficina donde estaba la estación, y para obtenerse se exigía, el acta de nacimiento, constancia de estudios, mínimo sexto año, y carta de trabajo de la empresa. Como el "Güerito" cumplió estos requisitos, obtuvo su permiso.
Y se repitió la historia, recibió una oferta muy atractiva para atender una mueblería en Mexicali, pero nuevamente no funcionó el negocio, lo que le hizo volver a la Radio, y habló con Don Alfonso Lacarra, dueño de XECL, quien inmediatamente lo contrató.
Era el año de 1942, y para entonces la Secretaría de Comunicaciones y Transportes exigió a los locutores que deberían de tener su certificado de aptitud, el cual era otorgado, pasando un examen que se presentaba en el DF y por las dificultades que representaba trasladarse hasta la capital del país, la S.C.T. envió sinodales a las ciudades, donde había aspirantes. El señor Álvarez obtuvo su autorización, que por cierto le fue entregada un año después.
De Mexicali, regresó nuevamente a la XEAF y a los pocos meses le llamaron para trabajar en la XED de Mexicali, que estaba concesionada a la cervecería más famosa del Estado de Baja California Norte y en la que no sólo trabajó en cabina, sino que por sus conocimientos administrativos ocupó un puesto en la dirección de la empresa.
De la estación XED, pasó a la
coordinación de
noticieros de XEMO, de Tijuana, Baja California Norte y fue en el año
de 1949,
que pensando ir a radicar a Guadalajara, junto con su esposa Gloria
Carrazco y
sus hijos, llegó a nuestra ciudad, y se le ofreció trabajo en la XEBH,
como al
principio en la XEAF, de nogales, haciendo los turnos de los locutores
que
faltaban, hasta que el 2 de noviembre le dieron la plaza, a la edad de
36 años.
(Escuela Cima)